dimecres, 18 de desembre del 2013

Lo que no se empieza, no se acaba.



El conejo y la marmota

Era un conejo y una marmota, que estaban viendo la televisión en un bar cuando les informaron que en 3 meses habría un diluvio:
-Será terrible -dijo la marmota- ¡ tendremos que hacer una madriguera! -le exclamo al conejo-
-¿Ya? Aún es pronto. Quedan 3 meses…-comentó el conejo-
-Yo me pondré manos a la obra -dijo  la marmota-
Al mes siguiente, la marmota ya tenía la madriguera empezada, mientras el conejo estaba durmiendo a los pies de un árbol.
-¡Vamos, a trabajar! -exclamó la marmota-
-Si quedan aun dos meses. Eso en menos de una semana lo tengo hecho -dijo el conejo-
Cuando faltaban ya dos semanas para el diluvio, la marmota ya tenía la madriguera hecha, mientras que el conejo seguía holgazaneando.
-Si no empiezas ya, no te dará tiempo a construir tu refugio  -le dijo la marmota-
-¡Ahora no me molestes, dentro de unos días ya lo hare! -exclamó el conejo enfurecido-
Llegó el día y la marmota ya tenía el refugio hecho con provisiones, mientras el conejo seguía sin tener nada… A las 13:54 empezó a llover mucho ( como predijeron los científicos)
-¡¡Marmota!! ¡¡marmota!! déjame entrar, me voy a ahogar -le suplicó-
-¡No! ¡si hubieras trabajado cuando tenías tiempo ahora estarías tranquilamente en tu madriguera! -exclamo la marmota-.
-Déjame entrar por favor.
-A La marmota le dio lástima y dejó entrar al conejo, pero le dijo que no hay que ser  tan perezoso… y que a la próxima vez tiene que trabajar. 

dijous, 12 de desembre del 2013

Quien es ruin es su villa, tambien lo serà en Sevilla.



La historia cuenta que Pepito ( un caballo maleducado, descortés y con malos modales) y Pepito, una yegua educada, muy culta y con buenísimos modales) llegaron a un pueblo. Cada uno se fue por un lado para buscar una cuadra para los dos. Al poco tiempo, Pepito encontró un cartel donde indicaba que por un día se podía cenar con el rey y sus superiores. Pepito fue corriendo a buscar a Pepito que ya había encontrado una cuadra para contarselo. Pepito se quedó sorprendido porque él no podía ganar ese concurso con lo descortés que era. Pepito no quería ser educado porque, según él, era más cómodo no serlo, y decía: “cuando llegue ese día seré responsable, educado, cortés…. Él no sabía que una persona no cambia de un día para otro. Entonces llegó ese día, lo hizo fatal y Pepito lo hizo fantásticamente. Entonces Pepito recordó las palabras de su hermana, y le dió toda la razón, pero entonces era demasiado tarde. Ese día fue cuando Pepito aprendió que por mucho que te esfuerzes, al final no servirá para nada, si no que tienes que esforzarte todos los días un poco para poder conseguirlo.

dissabte, 30 de novembre del 2013

FÀBULA:CUANDO NO APROVECHA LA FUERZA,SIRVA LA MAÑA.

Erase una vez,en un monte de Asturias,vivían unos animales muy juguetones y muy buenos amigos.Eran:una liebre,una tortuga,un caracol y una ardilla.
Ellos siempre estaban corriendo,bueno unos más que otros.La lliebre era la que más corría,era la más veloz y siempre que hacían alguna carrera siempre ganaba.
Un día se enteraron de que hacía una carrera otra pandilla de animales y decidieron apuntarse.La tortuga no lo tenía claro porque ella era muy lenta y el caracol mucho más.Aun así,se entrenaron unos cuantos días y fueron.
Llegó el día y ya estaban preparados,les pusieron un dorsal a cada uno.
La liebre tenía el número seis,la tortuga el número tres,el caracol el número dos y la ardilla el número ocho.En total eran diez participantes.Empezó la carrera,como siempre la liebre salió como una flecha.
Luego salieron todos a su paso,la liebre como vio que tenía mucha diferencia decidió parar a beber y luego continuó más adelante.
Después,volvió a comer un poco y ya de paso decidió sentarse un poco para descansar y se durmió como un ángel.
Cuando despertó se dio cuenta que le habían adelantado y no pudo hacer nada.Le adelantó su amiga la ardilla.
EL EMPRESARIO Y SUS PERROS.



 Érase una vez, dos perros que vagaban  sin rumbo por  la ciudad de Valencia, cuando  tuvieron la gran suerte de encontrarse por la calle a un humilde empresario que les dijo:
—Buenos días perritos, ¿vais perdidos?
—Sí, contestaron los dos perros a la vez.
—Pues si queréis podéis veniros a mi casa, porque soy soltero y tengo mucho sitio para que podáis correr y jugar los dos juntitos, dijo el hombre. A los dos perritos les pareció buena idea, pero el más mayor, llamado Baster, no parecía muy contento.
El hombre los recogió y los llevó a su casa, donde les presentó a su perrito, que parecía un poco asustado.
Los primeros días en la casa fueron bastante buenos, aunque Baster siempre estaba gruñendo y comportándose como un maleducado, hasta que un día el hombre se hartó y decidió llamar a la perrera para que se llevara a dicho perro porque no podían seguir malviviendo de tal manera.
El día que llegó la perrera a la casa, el perro que acompañaba a Baster por las calles de Valencia no quería que se lo llevaran porque había sido su apoyo durante los últimos meses, pero tenía que marcharse para que pudieran vivir tranquilos.

Una vez Baster abandonó la casa todo volvió a su sitio y todos quedaron contentos. El hombre seguía visitando al perro en la perrera y los cuidadores de dicho lugar le decían que seguía siendo igual de maleducado y gruñon que antes. Entonces, por culpa de sus comportamientos ninguna familia lo pudo adoptar y pasó el resto de su vida encerrado en una jaula y con una libertad escasa.

dimecres, 27 de novembre del 2013

FÁBULA: ESE ES MAESTRO DE TODAS LAS CIENCIAS Y OFICIAL DE COSA NINGUNA

Érase una vez, en un barrio de Nueva York, nació un perro llamado Marco.
Marco era el perro más bonito jamás visto, cabellos largos blancos, con manchas marrones y orejas puntiagudas, sus padres eran perros vagabundos llamados Luna y Klar. Era un perro muy inteligente, todo lo que le preguntasen él tenía una respuesta correcta.
 Marco fue creciendo, entre otros perros que eran como él, vagabundos, pero él sabía que tenía un don, la inteligencia. Aunque su familia no tenía mucho dinero intentaron pagarle una de las mejores universidades perrunas de nueva york, donde solo asistían las familias con más dinero y más prestigiosas. Fueron pasando los años y Marco iba creciendo y aprendiendo, se sabía todos los libros de principio a final porque tenía una memoria larguísima y estudiaba mucho.
Un día llegó un maestro nuevo, les preguntó a los alumnos si sabían  realmente el significado de la palabra vida, Marco alzó la pata para contestar y respondió. Si, lo que dijo estaba bien pero tan solo eran definiciones de libros o enciclopedias, no lo que significaba en realidad para una persona el significado de vida, en ese mismo instante Marco se quedó en blanco, un perro que se creía que lo sabía todo, no sabía nada, no sabía el verdadero significado de la vida, las cosas más sencillas, solo sabia cosas que ponía en libros, se creyó el mejor y en realidad no sabía nada.