Ayer, falleció mi perro Torso. A causa de un atropello.Todavía no lo sabe nadie de mi familia, porque yo he sido uno de los testigos del atropello. Mientras escribo estas palabras pienso en cómo decírselo a mis padres y a mi hermano.

Lo queríamos mucho aunque muchas veces nos ha hecho levantar a las tantas de la madrugada porque se había meado.

Todo empezó de la siguiente manera:

Mi madre volvió de la peluquería muy contenta. Y nos dijo:

-Id al coche que hay una sorpresa para vosotros.

Cuando llegamos, vimos que algo se movía dentro de una caja con toallas...Era un perro blanco con una mancha negra en el ojo derecho y en la cola. Se lo había dado una mujer que estaba pidiendo por favor que alguien se hiciera cargo del perro porque tenia 3 más y no podía hacerse cargo de todos. Yo y mi hermano estábamos deseando tener un perro, por eso mi madre lo aceptó.

Lo acogimos en nuestra casa con mucho cariño y entusiasmo. Lo educamos y le enseñamos a muchas cosas, como por ejemplo a que cuando se meara nos ladrara para poderlo limpiar. Por eso lo de que nos hacia levantarnos a las tantas de la madrugada.

Aquella tarde de verano lo saqué a pasear con muchas ganas de que lo conocieran mis amigos ya que era la primera tarde que lo sacaba a pasear. Lo solté de la correa para que pudiera hacer sus necesidades tranquilo. Aquello fue un error. Porque cuando me descuidé estaba en el medio de la calle. En aquel mismo instante pasó un coche muy rápido y lo atropelló. Fui corriendo para ver lo que había pasado. Pero ya era muy tarde. Torso había fallecido. Empecé a llorar desconsolado. Me había aportado muchas cosas: felicidad, alegría, cariño y muchas cosas más.

Cuando termine lo que estoy escribiendo se lo voy a comunicar a mi familia. Se que no se lo van a creer, pero cuando les enseñe el cuerpo, se lo creerán.

http://www.youtube.com/watch?v=hLQl3WQQoQ0&ob=av2e