dilluns, 19 de març del 2012


Todo empezó el día que cogimos a la madre de mi perrita.
Al parecer la tiraron por la ventana de un coche que iba en marcha.
Mi hermano la cogió por que le daba pena.
Cuando pasaron unos días, parió a tres cachorritos, dos machos y una hembra.
Conseguimos dar a todos los cachorros menos a mi perrita.
Era blanca con manchas marrones, pequeña (pesaba unos cuatro quilos),
era muy cariñosa, muy buena y un poco nerviosa.
Cuando tenia dos meses, atropellaron a su madre y al perro del vecino.
Así que nos la quedamos.
Se hizo amiga de mi otra perrita que se llama Nala.
Unos seis años después encontramos a una perrita que estaba perdida, que había parido a cinco cachorrillos, los dimos a cuatro y nos quedamos con mi perro Koki, ya que su madre murió.
Se izo muy amigo de mi perrita.
La tuvimos durante siete años, hasta que un día la atropellaron.
Cuando volví del colegió mi madre me dijo:
-Gelu (mi perrita) a muerto.
Yo no me lo creí, así que le dije:
-Quiero verla.
Mi madre me la enseño (la atropellaron porque sin querer mi madre se dejo la puerta de casa abierta y se escapo), así que fuimos con mi abuelo a enterrarla en su huerto.



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